martes, 17 de noviembre de 2009

Mi historia de café.

Era apenas un niño cuando dí mis primeros pasos alrededor de un palo de café.

Mi padre, docente de profesión y caficultor de vocación, repartía su tiempo entre sus estudiantes y las plantaciones de café en el Departamento del Quindío, en Colombia.

La primera finca que recuerdo se llamaba Miramar, en el municipio de Circasia Quindío. Era una tierra agradable, a solo 15 minutos de la capital y sembrada en café con sombra de guamos. Inicialmente era una extensión de tierra que requería mucho trabajo porque el café se encontraba en malas condiciones y requería una renovación inmediata.
Mi padre ordenó el zoqueo del lote más lejano de la casa de habitación y luego la siembra de café en un germinador.

El café elegido era el caturro que es una variedad arábiga de buena producción, follaje abundante y grano de tamaño medio. Poco a poco fue renovando la finca hasta que logró su punto más alto con cosechas cercanas a 3000 kilos de café por hectárea. En ese momento un tío recomendó la venta de la finca porque "no iba a dar más café esa tierra porque estaba cansada".

Allí hice mis primeros "pinos" con el café. Aprendí a llenar bolsas, a sembrar en el germinador y conocí el proceso de siembra del café por surcos de 2 x 1.5 m. También me desempeñé como cogedor de café en las vacaciones escolares. Recuerdo que pasaba una hora recolectando café en algunos palo e increíblemente había algunos palos de café en los que llenaba un cocado de café; hecho que hoy parece sorprendente.

También recuerdo las culebras, gusanos pollos, barbaindios, pringamozas, ortigas y las dormidas sobre los bultos de café que en algunas ocasiones eran más agradables que la misma cama. El pelado del café inicialmente era complejo pues la "peladora" era manual, pero luego con la llegada de la energía eléctrica pudimos descansar. Había algunos palos de limón, toronja ácida y naranjas que yo devoraba con un poco de sal, así como lulos, mangos y guanábanas.

Esta fue la primera finca cafetera de mi familia que fue cambiada por otra finca en muy malas condiciones.

Así inicié mi vida alrededor del café.

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